Madrid, 9 may (Prensa Latina) Para los que gustan de las estridencias, los ingredientes alrededor del Clásico Barcelona-Real Madrid, superan en morbo a casi todos los anteriores y hoy se hable menos de fútbol.
Por Fausto Triana
Será este domingo, pero desde el mismo martes, cuando el Barcelona fue eliminado por el Inter de Milán en la Champions League, comenzó la guerra en redes sociales y una suerte de vendetta del Real Madrid.
Resulta que tras el éxito de los culés el pasado 26 de abril en la final de la Copa del Rey sobre los merengues, las burlas se ensañaron sin pierda en contra de los perdedores.
Todo tipo de memes se hicieron virales y los merengues, muy tocados por el revés, apenas atinaron a responder. El fin de semana siguiente, ambos conjuntos ganaron sus respectivos partidos en LaLiga de España y las aguas parecieron calmarse.
Empero, el duelo Barça-Inter llegaba con la convicción casi absoluta del plantel catalán de que estaría en la final de la Champions, eliminando a los italianos.
De esta forma, seguirían con el sueño del triplete (conquistar Copa del Rey, Champions y Liga). El sueño se desvaneció con dos memorables goles, de Acerbi en descuento y de Frattessi apenas iniciada la prórroga.
La andanada de memes de los parciales del Real Madrid no se hizo esperar. Casi todos los días de esta semana, las mofas al Barcelona llegaron a niveles insospechados, mientras los catalanes no cesaban de quejarse de la actuación del árbitro polaco Marciniak.
Ahora desde el conjunto azulgrana llegan las amenazas: «que el Real Madrid se prepare, vamos con todo». Y de los contrincantes de la capital española que no se apuren, «los vamos a aniquilar en la cancha».
En el ínterin, el canal de televisión de la «casa blanca» se dedicó a desbarrar el árbitro designado para el duelo, el canario Alejandro Hernández Hernández.
En todo caso, es en realidad un partido crucial y definitorio de cara al futuro campeón del torneo local. Un empate dejaría al Barcelona prácticamente como ganador de la competición, con cuatro puntos de ventaja a falta de tres jornadas.
A los merengues sólo les vale triunfar, para pegarse a un punto, lograr un desempeño impecable en el resto de la lid y esperar un resbalón de los culés.
Objetivamente, las apuestas favorecen al Barcelona, que aun en el peor de los escenarios en el Clásico, seguiría al frente de la tabla de posiciones y con el aliciente de contar con mejor promedio de goles que el Madrid, en caso de empate en la cima.
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